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Los Orígenes
1896


En la década de 1870 España se vio afectada por la plaga de filoxera europea, un insecto devastador. La vía de penetración tuvo lugar a través de los Pirineos Orientales, especialmente por la región Rioja y Penedes. El impacto de esta plaga en la economía vitivinícola fue debastadora, tras unos años de fuerte resistencia por parte de los viticultores más modestos, se impuso la solución de replantar gradualmente todas las viñas injertando variedades europeas sobre pies americanos.

Sin embargo esta crisis tuvo un efecto positivo, como fue el aumento del intercambio de experiencias y técnicas entre los viticultores españoles y los franceses, tanto en el cultivo de las diferentes varietales como en los procedimientos de elaboración de los vinos. Así mismo, la presencia de enólogos franceses en las bodegas españolas determinó el abandono gradual de los procedimientos tradicionales y la adopción de una tecnología más avanzada en la elaboración de los vinos.

En este nuevo proceso se vio inmerso el fundador de la dinastía, D. Ramiro Pastor Pastor, quien, mediado el siglo XIX y aprovechando la herencia cultural recibida de sus ancestros, la altísima calidad del terruño y la favorable climatología española, abrazó al mismo tiempo con entusiasmo las conquistas tecnológicas que en aquellos años se ponían a su alcance. Su matrimonio en segundas nupcias con Doña Dennise Lalande, perteneciente a una eminente estirpe de bodegueros bordeleses, fue una circunstancia determinante en su actividad futura.

En 1896 se incorporó al equipo su hijo Ramiro Pastor Aragonés, fruto del primer matrimonio. Cuando España todavía estaba inmersa en la búsqueda de soluciones para combatir la plaga decidieron comprar la bodega «El Soleado» ubicada en Ledaña (Cuenca) y a partir de ese momento buque insignia de su desarrollo empresarial. En poco tiempo la familia Pastor se habían hecho con otras bodegas en La Mancha, Yecla (Murcia), Ribera del Júcar (Cuenca), Toro (Zamora) y Ribera del Duero, procurando siempre respetar las peculiaridades y la personalidad de la producción vitivinícola de cada región, con un tratamiento de los vinos vanguardista e innovador. Paralelamente a su profesión de bodeguero, Ramiro Pastor Aragonés fue un apasionado de la fotografía, una actividad que mantendría a lo largo de su vida como lo prueba un estimable legado de imágenes de variada temática. La relación que mantuvo con Joan Vilatobá, representante más eminente de la fotografía pictorialista española, le permitió ensayar en sus placas con brillantes resultados técnicas como el bromóleo y la goma bicromatada.

El prestigio de sus bodegas subió como la espuma y los vinos de las diversas denominaciones de origen que producían se convirtieron en referentes para las mesas más refinadas.

Expansión
1927



El año 1927 determinó la gran expansión del negocio familiar. Después del fallecimiento de Ramiro, el patriarca de la dinastía, su hijo se hizo cargo del complejo bodeguero. En primer lugar se propuso recorrer las zonas vinícolas más prestigiosas del mundo para conocer nuevas varietales y estudiar los procedimientos de elaboración que utilizaban. En Chile se topó con el valle de Maule, un lugar privilegiado para el desarrollo de las principales variedades viníferas tintas y blancas del mundo. Por ello, decidió adquirir la bodega «Viejo Sabio», cuyas viñas se extienden desde la cordillera andina hasta la costa del Pacífico, un amplio abanico de microclimas y tipos de suelo propicio para el cultivo de variedades tan apreciadas como la Cabernet Sauvignon y Carménère. La oscilación térmica entre el día y la noche no sólo permite que la uva crezca lentamente para mantener un buen nivel de acidez, sino que la pureza del aire al pie de la montaña hace que la probabilidad de heladas, la pudrición y la aparición del mildiu se reduzcan considerablemente. El sabor frutal es más concentrado, lo que da como resultado un vino recio de sabor complejo y único, con un bouquet elegante y noble.

Fundación de la empresa y la marca
1942



La guerra civil española (1936-1939) afectó intensamente al mundo rural y las bodegas de la familia Pastor Aragonés no fueron una excepción. En vista del negro panorama de posguerra, con un régimen autárquico prácticamente aislado del exterior, Ramiro Pastor Aragonés decidió trasladar su residencia a Francia con su mujer Doña Conception Camille Lopez, pero se dio de bruces con la ocupación alemana del país tras el estallido de la Segunda Guerra Mundial. En aquellos primeros años de la década de los cuarenta Ramiro asistió al declive de los cultivos de viña en las regiones francesas más emblemáticas: Borgoña, Burdeos, Beaujolais, Champagne, Jura y Lorena.

Ramiro era un personaje tan laborioso y emprendedor como indomable. Superando todas las dificultades y sin abandonar el desarrollo de «El Soleado», entró en relación con viticultores del departamento de Saône-et-Loire que le enseñaron los secretos de la viticultura borgoñona, la vinificación y la crianza. Durante su estancia en Auxerre, capital del departamento de Yonne, la familia de su mujer le ayudó a formarse en aspectos fundamentales para un bodeguero como son la construcción de marca y la gestión de la cultura del vino.

En 1941 Ramiro Pastor Aragonés tuvo oportunidad de participar en un concurso de cata de vinos representando a la familia de Camille y logró ganar el primer premio por un solo punto de diferencia compitiendo con expertos locales. Este episodio aumentó la autoestima de Ramiro y le persuadió de que estaba predestinado a orientar su vida hacia la búsqueda de la excelencia en un terreno tan complejo como el cultivo y la elaboración del vino. Un año más tarde, adquirió la bodega «PRDS» dentro de la Denominación de Origen Controlada (AOC) Languedoc-Roussillon. Esta bodega, fundada en 1892, había logrado una merecida reputación a través de varias generaciones basándose en el respeto a lo más aprovechable de la forma tradicional de cultivar la uva. Junto a ello, las características únicas del terreno y la incorporación por parte de la nueva propiedad de las tecnologías emergentes, han permitido a PRDS producir vinos con las más altas calificaciones en los mercados internacionales.

Ramiro regresó a España, su punto de partida. Acometió la reorganización de la bodega «El Soleado», incorporando mejoras en los modelos de elaboración y gestión. Fruto de esta nueva etapa es la creación de la marca «BILLØN» con el propósito de impregnar a sus productos de una filosofía empresarial fundamentada en el rigor, la calidad y la originalidad. El objetivo de Ramiro era lograr que cada botella de vino con su marca fuera capaz de transmitir esos valores a consumidores exigentes aunque con gustos diversos.

Nacimiento del “Sistema de Diamantes”



Sus descendientes, Ramiro Pastor López y David Pastor Rodríguez -tercera y cuarta generación de la familia- han querido hacer suyos los mencionados principios a la hora de proyectarse al mercado internacional del vino de calidad. En la senda de sus ancestros, Ramiro Pastor López recurrió a los expertos más reconocidos del mundo para establecer un conjunto de sistemas de cata y clasificación de vinos, según variedades, añadas, aromas, gustos y otros indicadores básicos.

Al mismo tiempo, se elaboró una guía de recomendaciones para el maridaje de sus vinos con los platos más emblemáticos de las diferentes cocinas españolas. Esta iniciativa ha venido cosechando multitud de reconocimientos por parte de los gourmets más prestigiosos del mundo.

Ramiro Pastor López puso esta fórmula al servicio de los consumidores más rigurosos bautizándola con la denominación de «Sistema de diamante», tratando de trasladar con tal término, por mimetismo, las cualidades de esa joya a unos vinos destinados a acompañar en sus mesas a los consumidores de alto nivel. Con la globalización de la marca «BILLØN » ocupando progresivamente más mercados internacionales, se adaptó el sistema de «diamantes» a la gastronomía de cada nuevo país en el que triunfaba la marca. Así mismo, la empresa ha adquirido el compromiso de transmitir nuestra cultura del vino a las familias y los consumidores de todos los países del mundo.

El nacimiento de botella BILLØN 2009 hasta la actualidad



El año 2009, David Pastor Rodríguez en el transcurso de una gira por los cinco continentes en busca de mercados e intercambio de experiencias, concibió la idea de diseñar una botella facetada a la manera de un diamante. Tras diversos tanteos, inició la colaboración con un estudio español de diseño que supo captar el espíritu de la idea que bullía en la mente de David y su esposa, logrando materializarla de un modo satisfactorio. Fueron necesarios nada menos que dos años de trabajo creativo y 38 bocetos, para dar al fin con la botella que buscaba. El ejemplar, de traza original, de refinada estética y proporciones perfectas, era el continente ideal para los vinos que estaban elaborando. Se procedió a su producción industrial y «BILLØN » es en la actualidad una marca presente en todos los rincones del orbe capaces de apreciar y valorar un producto redondo que aúna la mejor tradición vinícola con las últimas conquistas de la enología.

Podemos hoy proclamar que «BILLØN » resume y materializa el sueño de los fundadores de la dinastía, ya que se ha convertido en los mercados internacionales más exigentes en sinónimo de vino de alta calidad.

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